dilluns, 7 de novembre del 2011

Cristianos y no creyentes - José Ignacio González Faus

Allá por los tiempos de Jesús se cuenta de un rabino que perdió la fe, con el comprensible escándalo social de su comunidad. Pero otro maestro comentó sobre él: “Dichoso el rabino, porque podrá practicar el bien sin esperar recompensa”. 

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